Son las seis de la tarde, es un día lluvioso, como anticipándose al
desenlace de ese trágico amanecer, no es un día como cualquier otro, es el día
en que se definen muchas cosas, es cuando finalizan otras, es cuando inicia para algunos una nueva historia.
Esta sentado en la sala de espera de un hospital de maternidad, junto a él
esta su mejor amigo, tienen más de veinte años de conocerse, han compartido gran
parte de sus alegrías, de sus problemas, se han apoyado mutuamente y ahora en
ese momento comparten la emoción más grande para cualquier ser humano, la
paternidad que por primera vez llega a su vida.
El parto se ha complicado, no le permitieron estar junto a su esposa por lo
que no le quedó otra que esperar, desesperado, en la sala de espera, junto a su
amigo, quien en todo lo momento lo alienta.
Ellos se conocieron en Cuba, de donde es originario el amigo, él fue de
vacaciones, buscando la aventura, en una tierra donde es sabido que abundan las
mujeres bellas.
Llegando conoció a un taxista que lo llevo a conocer todos los rincones de
la Isla, se hicieron inseparables, cuando regreso a su tierra siguieron en
contacto, el movió sus influencias y consiguió un permiso de trabajo que hizo
salir a su nuevo amigo de la Isla, trabajo con él, para él, muchos de sus
conocidos veían a su caribeño amigo como alguien que se aprovechaba de su
bondad, el nunca hizo caso a esos mal intencionados comentarios, lo que
importaba era que tenía a un buen amigo, alguien con quien confiar, alguien con
quien platicar, alguien que siempre estaba dispuesto a escuchar.
Él era muy blanco del color de su piel, su amigo Cubano era un mulato con
un tono de piel muy oscuro, lo contrastante del color de su piel era una causa
de bromas eternas entre ellos, eran un perfecto domino donde todas sus piezas
encajaban.
Su negocio prosperó y su inseparable amigo en todo momento lo acompaño,
conoció a una bella mujer de la cual se enamoró, tuvieron un breve noviazgo que
termino en una formidable boda.
Su fiel amigo le sirvió de organizador del evento, cuidando cada detalle
para lograr una boda de ensueño.
Los nuevos esposos se cambiaron a una casa en una propiedad muy grande, a
un costado mando hacer una casa pequeña para que la ocupara su fiel amigo, quien
desde el inicio había hecho muy buena amistad con la guapa esposa.
Ahora también a ella le servía de acompañante cuando su importante esposo
salía en sus constantes viajes de negocios. Los esposos eran un matrimonio
modelo, con un amigo mutuo, inseparable y demostrando más de una vez, la gran
estima el que sentía por ambos.
El amor de los esposos dio paso a un embarazo, que lleno de ilusión una
casa que ya de por si estaba llena de amor, fue un embarazo complicado, donde la
joven madre tenía que estar en constante cuidado, en reposo obligado, los
inseparable amigos se turnaban para cuidarla siempre.
Los meses pasaron, los cuidados lograron que el embarazo se lograra y ahora
ahí estaban, en esa tarde lluviosa, esperando ambos en la sala de espera a que
les dieran noticias, muy nerviosos ambos, dándose aliento mutuamente, los
grandes amigos ahora estaban más unidos, por compartir ambos todo los cuidados
del embarazo, eran como si fueran dos padres esperando sus respectivos bebes, el
nerviosismo era igual para los dos, quien no los conociera no podría distinguir
cuál de los dos era realmente el padre de la criatura.
Después de cuatro horas se les acercó la enfermera que auxiliaba al médico
que atendió el parto, solo les comunico que el doctor tuvo que partir de
emergencia a otro parto complicado, les confirmo que la mamá estaba bien y que
ahora él era padre de un saludable hijo.
Solo se escuchó un grito de júbilo, ambos amigos soltaron la tensión de
tantas horas y se abrazaron como dos grandes hermanos, la enfermera les comento
que la mama estaba bien, pero en el área de recuperación por lo que no la podían
ver, al bebe estaban por pasarlo al área de cuneros, por lo que podrían verlo en
unos minutos.
El nuevo papa no cabía en sí de felicidad, abrazo de nuevo a su amigo, por
la prisa había olvidado su celular en la casa, le pidió a su amigo que fuera por
el para tomar las primeras fotografías de su primer heredero y compartir las
imágenes con el mundo entero.
Su amigo, contagiado con la gran felicidad que tenía el nuevo papa fue a la
casa por el celular olvidado y el nuevo papa partió al área de cunas para
conocer a ese nuevo ser que tantas horas le había dado de desvelos y
preocupaciones. Llego a la ventana destinada para ver a los bebes pero su hijo
aún no había llegado, solo vio a una cuna con su nombre, pero vacía, se inquietó
un poco al verla así pero de inmediato se calmó, había esperado por tanto tiempo
la llegada que nada le iba a pasar por esperar unos minutos más. En eso vio
entrar a una enfermera, llevaba entre sus brazos aun bebe bien envuelto, tapado
completamente, llego a la cuna, dándole la espalda al papa que ya estaba
desesperado por ver al bebe, lo acomodo con toda la paciencia del mundo y
lentamente se alejó, no sin antes voltear de nuevo para asegurarse que lo había
dejado bien.
Cuando la enfermera se alejo pudo ver al bebe, sintió como la sangre se le
bajaba del cuerpo, sus piernas perdían su fuerza, se apoyó con las manos en la
ventana para no caer...
a Través del cristal pudo ver a un hermoso bebe, con unas facciones muy
finas, muy delicadas, perfectamente envuelto en unas sábanas muy blancas, tan
blancas que parecían brillar cuando contrastaban con lo oscuro de la piel de ese
hermoso bebe, sintió como sus piernas ya no lo pudieron sostener, quedando
hincado recargado en la ventana de los cuneros, viendo a esa criatura que era el
ejemplo del gran amor que su mujer sentía por él, el fruto de la dedicación y
entrega que su amigo le había demostrado en todos esos meses del embarazo, una
criatura con la piel tan oscura como la del que le había jurado una gran
fidelidad y al que le dio toda su confianza, un gran amigo del que nunca dudo,
ni cuando faltaba dinero en su cuenta del banco, ni cuando sus contadores le
decían que solo le robaba, al igual que nunca dudo de su esposa, cuando nunca
quiso acompañarlo en sus viajes de negocios, siempre asegurándole que no se
preocupara por ella cuando viajaba, porque gracias a su gran amigo.... Ella
nunca estaba sola cuando él la dejaba.
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