Trabajando estaba el reconocido artesano, armando títeres de madera y de
hueso, creador de personajes variados, muñecos tan detallados que aparentan
vida.
Sin vida social y sin familiares a quien visitar toda su vida se concentra
en solo crear...
Todas sus creaciones son Ángeles y Demonios, variados, distintos, como
seres que conviven en ese mundo espectral, como seres que buscan un nuevo mundo
habitar.
El detalle es perfecto, seres inventados creados por una magistral
imaginación, tan reales que nadie sabe si son realidad o ficción, no hay
antecedentes que confirmen de que molde salió cada uno de los que ahora viven en
esa habitación.
Ojos que miran fijamente, como midiendo su entorno, como retando el
presente.
Demonios con alas negras, afiladas garras, bocas abiertas con sendos
dientes, ceños fruncidos, alas abiertas, miradas fijas, vigilando a su
presa...
Angeles blancos, con alas de seda, algunos con arpas, otros solo con capas,
todos armados con espadas, miradas atentas en rostros sonrientes, como retando,
como esperando.
Todos los rincones ocupados, algunos colgando, otros en libreros sin
libros, aparentan cuarteles, todos encuartelados en esa humilde
vivienda, modesta, es una pequeña cabaña hecha con trozos de madera, no hay para
mas, no necesita de nada mas. Se compone de dos cuartos, uno donde duerme el
artesano y el otro donde da vida a esos seres extraños, es un taller cuadrado,
libreros en ambos lados, de frente uno al otro, con una mesa en el centro donde
ocupa sus herramientas, donde crea, donde nace esa oscura descendencia.
Cada mueble solo ocupa seres de la misma especie, de un lado los Demonios,
del otro los Ángeles, viéndose fijamente, eternamente.
Nos movemos en vidas paralelas donde los universos de los vivos, de los
entes malditos y los bendecidos conviven día a día, pero siempre sin tocarse,
sin verse, sin notarse...
Como en todo lo perfecto la imperfección es lo que siempre esta presente,
mundos paralelos que en algún momento coinciden ventanas, puertas involuntarias
que permite a los no nacidos pasar al mundo de los vivos.
Posesiones, exorcismos, cosas comunes en invasiones de dimensiones, entes
que nunca vemos hasta que ellos se quieren hacer presentes.
El Maestro Titiritero empezó a notar que faltaban cosas, el orden
desordenado de todas sus creaciones variaban con los días, empezó a notar
cambios en sus marionetas, algunos desgarres, dientes faltantes, alas rotas...
Debo tener ratas!, justificaba el Maestro y con eterna paciencia a guerreros
caídos volvía a la vida, día a día.
Oscurecía temprano, la soledad lo obligaba a refugiarse en la bebida,
empezaba a media tarde, entrando la noche ya la noción perdía.
Con la oscuridad existencias resurgían, muñecos inertes cobraban vida, el
bien y el mal en eternas disputas, batallas a muerte defendiendo su fuerte,
peleas mortales de esos seres inmortales que cobraban vida...
Cruzadas eternas con renovados guerreros que siempre de mañana el maestro
reparaba, luego mas trampas ponía para ratas que no existían, después a la
bebida que nuevas batallas permitían...
La edad y la bebida fueron mermando las tropas, ya no había el tiempo ni la
fuerza para repararlas a todas, Ángeles y Demonios caídos fueron dejados así,
abatidos, el titiritero ya no tenia la fuerza ni el animo para seguir con una
labor que nunca terminaba, siempre muñecos por reparar se encontraba, ahora tal
cual así los dejaba, solo dedicaba el poco tiempo que le quedaba en
arreglar Ángeles y solo a los que en mejores condiciones estaban...
Los demonios vieron su ejercito minorar, sabían que fácilmente a los
Ángeles podían ganar, pero el problema era quien los volvía a sanar, con el
Maestro Titiritero tenían que terminar!.
Un día mas, mas Ángeles que reparar, mas restos de demonios que
amontonar...
Llega la noche, la estrategia cambio, los Demonios sobrevivientes volaron
de lugar, ya a los Ángeles no podían hacer frente, era el momento de terminar
con quien a los hacia mas fuertes.
Pasaron de un cuarto al otro, donde sabían que la borrachera dormían,
sigilosos por el piso se arrastraban, llegaron al pie de la maltrecha cama,
subieron por las patas, en silencio, prestos a terminar con quien tanto daño les
había hecho...
Todos perfectamente coordinados saltaron al colchón, como los mejores
estrategas, como malditos estrategas...
Pero solo cayeron en espacio despejado, no había nadie en la cama!, no
pasaba su sorpresa cuando fueron fácil presa de los Ángeles, que de forma
decidida con todos acabaron, no hubo estrategia planeada mas que la de los
Demonios preparada, fueron victimas de su propia emboscada...
Esa noche la cama estaba vacía por que el Maestro Titiritero aburrido de la
vida, por primera vez en años, buscando la bebida, se había trasladado a una
cercana cantina.
Tomando con nuevos amigos, cantaba despreocupado, sin nunca imaginarse que
cerca estuvo de ser decapitado...
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