Don Severo le decían, así era conocido por todos por su forma tan
inflexible de gobernar, era el presidente municipal de una pequeña localidad, la
ganadería era el ingreso principal de todos los que vivían en esa pequeña
ciudad, todos se conocían, todos se respetaban, muchos de ellos le temían.
Él era joven de edad pero muy antiguo en su forma de pensar, aun soltero
por no haber encontrado la mujer digna que mereciera ser su esposa, a todas las
que conocía siempre les encontraba un defecto que las descartara.
En toda la comarca era conocido por su forma tan rígida de administrar,
siempre en contra de los derechos de las minorías, muy marcada su tiranía, su
forma tan despectiva de tratar a los demás, su discriminación hacia las gentes
que le dieran color y variedad a esa ciudad.
La modernización llego y con ellos nuevos empresarios dispuestos a invertir
en la prospera industria local, llegaron gentes de todas partes del país junto
con algunos extranjeros dispuestos a arriesgar su dinero.
Don Severo estaba feliz por la naciente prosperidad, algunos representantes
de las minorías oprimidas aprovechaban la oportunidad cuando alguna nueva
avenida se iba a inaugurar para expresar el rechazo a esa rígida administración,
eran líderes de la comunidad gay, del derecho de la mujer, de inmigrantes
ilegales buscando legalizar su situación, a todos discretamente las fuerzas del
orden callaban y en las cárceles se les enviaba, todos bajo cargos tan variados
que pasaban meses encerrados, al final salían liberados, pero siempre todos
golpeados...
De entre los nuevos empresarios extranjeros llego una guapa mujer, con
mucha presencia, tenía algo que la hacía especial, diferente a las demás, no se
podía explicar, era algo que ella emanaba de forma natural. Representaba un
grupo de inversionistas, tenía un acento muy marcado que le daba un timbre muy
cautivador en su forma de hablar, uno tono bajo que reflejaba seguridad,
autoridad, esa voz fue para Don Severo lo que lo termino de cautivar...
Se dedicó a cortejarla en todo momento, no había evento donde no se hiciera
presente si le informaban que ella era parte de los asistentes, la guapa
empresaria al principio sus galanterías no le interesaban, estaba ahí para hacer
dinero, no tenía la intención de buscar un compañero, su trato con Don Severo
fue de lo más formal, sin buscar nada más.
Las nuevas empresas crecieron, los ingresos se fueron al cielo, para todos
había una gran prosperidad, para esos que estaban alineados con esa cruda forma
de gobernar.
Ahora las restricciones para expresarse estaban más rígidas, era
simplemente impensable demostrar inconformidad de parte de las minorías, algunas
desapariciones cumplieron el el mensaje enviado, el miedo se extendió por todos
lados, ya nadie se manifestaba, ya nadie en contra de Don Severo hablaba.
Ahora por su pueblo orgulloso caminaba, los nuevos ricos le rendían
pleitesía, ya no había grupos que ensuciaran la vista, ya no se veían
degenerados abrazados caminando por sus calles, ya no se escuchaba esa lucha por
el derecho de amar a sus iguales, ya no había grupos defensores de los animales,
ya no se veían a los vagos de los inmigrantes ilegales, ya era unan sociedad
limpia, prospera, orgullosa de acuerdo al criterio de ese ser tan
severo...
El siguió en la caza de la bella dama, siempre insistente, las negativas la
hacían aún más deseable, las sutiles muestras de admiración se hicieron cada vez
más evidentes, ya para todos era claro lo profundamente enamorado que estaba su
presidente.
Los detalles y atenciones hicieron su efecto, fueron compartiendo cada vez
más momentos, las salidas a comer, a cenar, al cine, a bailar, en todos los
eventos sociales siempre presentes, juntos, para todos ya su amor era algo
evidente.
Ella solo le pidió que la respetara, que quería estar segura de sus
sentimientos, los besos eran bienvenidos, abrazos, desnudos parciales, a todo él
tenía acceso, menos a quitarle las bragas, eso nunca iba a pasar hasta que ella
estuviera segura de que él era el hombre ideal...
Don Severo acostumbrado a las reglas impuestas a sin reparos accedió, lo
que fuera con tal de ganarse por completo su amor, él se desvivía por hacerla
feliz, no había omisiones de nada, detalles en todo momento, buscando ser
perfecto, flores, regalos, llamadas, siempre y en todo momento presente...
Ella estaba feliz con tanta atención, pero aún tenía muchas dudas, había
visto como trataba a quien estaba en su contra, la forma tan cuadrada de
manejarse, de cómo muchas veces no le importaban sus semejantes, no quería ser
solo un capricho que cuando se cumpliera fuera echada a un lado, tenía muchas
desilusiones de hombres que le juraban estar de ella enamorados y cuando a sus
pasiones accedía simplemente desaparecían...
Don Severo empezaba a desesperar, estaba feliz pero ya necesitaba llegar a
mas, podía esperar, pero necesitaba ya de algo más.
Una de tantas noches, después de cenar fueron a la casa de ella, pasaron y
frente al televisor se sentaron, el buen tinto que acompaño a la cena estaba en
su sangre caliente, empezaron con leves besos que fueron subiendo de tono, las
caricias, los abrazos, el calor llenaba esos cuerpos, la pasión reclamaba esos
cuerpos...
Ella acariciándolo a él mientras le besaban su cuello, sus senos, ella
consiente de sus necesidades hizo más atrevidos sus movimientos, le quito la
camisa, le aflojo el cinturón y su mano bajo su pantalón le metió.
Don Severo estaba muy excitado, trato de quitarle la falda que ella tenía
pero no lo dejo, la decidida mujer era quien llevaba la batuta en ese concierto
de pasión.
Ella se levantó, frente a él se paró, se quitó la blusa, se quitó el top,
viéndolo a los ojos frente a él se hinco, le bajo los pantalones y con su boca
el dio el mayor placer que Don Severo jamás se imaginó tener, ella concentrada,
pegada hasta que el dio varios jadeos seguidos por incontrolables espasmos,
hasta quedar completamente quieto, extasiado, ahora más que nunca profundamente
enamorado. Ella sin prisas espero hasta estar segura que del todo termino,
después fue al baño para asearse y con una sonrisa a su lado regreso.
Él estaba sin palabras, siempre tan formal en todas sus relaciones
anteriores nunca le habían hecho tocar el cielo como se lo acaban de hacer, era
algo que desconocía, jamás había sentido ese placer.
Ella se sentó a su lado, el la abrazo, así estuvieron por varios minutos,
ambos digiriendo el nuevo paso, el nuevo giro que su relación estaba por
dar.
Ella coquetamente le pregunto... Te gusto? el volteo y dándole un beso le
respondió, Pudiste haberme dado mil regalos, las mejores palabras de amor, las
mejores atenciones y todas juntas jamás hubieran logrado que te amara más como
con lo que acabas de hacer.
Así siguieron por unos meses más, Don Severo ya no exigió nada adicional,
no buscaba penetrarla, con lo que le daban tranquilamente aguantaba, seguían sin
hacerlo por completo, con ese amor se sentía pleno. Pero su forma de tratar a
los demás no cambio, ahora en cambio era más rígida su forma de gobernar.
Siguió esa relación, ahora eran inseparables, él estaba por cumplir
cuarenta años, era ya el momento de formalizar, te tener una familia, de tener a
quien heredar, la edad y la posición económica justa para de sus hijos
disfrutar.
Salieron a cenar, fueron al mejor lugar, con un ambiente envuelto en una
suave música de piano, bebieron champagne, para ella era una cena más, para él
era el momento más importante de toda su vida...
Terminaron la cena, degustaron un exquisito postre, las copas siguieron,
ella se paró para ir al tocador...
Regreso y él le dio su copa, le pidió un brindis por hacerlo el hombre más
pleno y feliz del universo, ella le sonrió y la copa a sus labios se
llevó.
Enorme fue su sorpresa al sentir que algo pegaba en sus dientes, era un
hermoso anillo de compromiso coronado con un gran diamante, lo saco de su boca,
la emoción la dejo muda, él se arrodillo y le pidió que fuera su esposa.
Ella acepto moviendo la cabeza, un nudo en la garganta le impedía hablar,
está sumida en una profunda emoción, nunca se imaginó que alguien por fin
pudiera darle ese hermoso lugar, con lágrimas en los ojos lo abrazo y un enorme
beso le dio.
Esa noche se fueron a la casa de él, ambos se besaron y en la cama se
acostaron, ella por primera vez en todos esos meses que estuvieron saliendo del
todo se desnudó, lista para entregarse por completo, ahora como nunca segura de
que eso era algo más que solo desear su cuerpo.
Esta vez fue Don Severo quien no acepto, ahora que estaban formalizando su
relación quería seguir igual hasta que estuvieran casados, que eso fuera lo que
marcara ese día... Quiero que solo siendo mi esposa seas mía.
Ella no le contesto, volvió a llorar con esa nueva emoción, no cabía en sí
de felicidad.
Prepararon todo para la boda, las personalidades más importantes fueron
invitadas, los empresarios más acaudalados confirmaron su asistencia, gente del
extranjero, todos invitados de ella también de su llegaba avisaron.
Cuando estaban enviando las invitaciones ella le comento a Don Severo...
Tengo algo que comentarte, entre mis grandes amigos hay gente que es Gay, sé que
estas en contra de la diversidad sexual, pero es gente que conozco de hace
muchos años, que siempre han sido amistades sinceras, siempre estuvieron
conmigo, muchas veces alimento me dieron, gracias a varios de ellos pude hacerme
empresaria.
Don Severo sintió como se le hacía un vacío en el estómago, si algo no
comprendía, no aceptaba y profundamente rechazaba eran a esos pervertidos, esos
depravados que se metían con gente de su mismo sexo, nunca lo acepto, no podía
ni pensar en tener cerca a uno de esos degenerados...
Por prudencia no le contesto, se disculpó y de la habitación salió, ella
sabía lo difícil que era para él su atrevida petición, pero no había nadie que
deseara que estuvieran más presente en su boda que esos amigos que dieron todo
por ella, gracias a ellos se hizo empresaria, por ellos había ido a ese pueblo,
gracias a eso conoció a su prometido y estaba por convertirse en una mujer plena
al realizarse como esposa, no podía dejar de invitarlos, él lo tenía que
comprender.
Pasaron unos días sin que tocaran el tema, la fecha de la boda se acercaba,
tenían que tener la confirmación de todos los presentes, ella tomo valor y de
nuevo el tema le toco... Mi amor, se lo difícil que es para ti lo que hace días
te pedí, pero si no fuera por esos amigos no estaría aquí, ellos me hicieron la
mujer que ahora conoces, me hicieron empresaria, me dieron toda su confianza, el
fondo de dinero que manejo es todo de ellos, esto es algo que a todos les
debo.
Don Severo vio a la mujer que tan profundamente amaba y sin decir nada solo
accedió con la mirada asintiendo con la cabeza, ella lo abrazo y un gran beso le
dio, ahora ya descansaba, esa era algo que la tenía intranquila, todo lo demás
ahora ya no importaba, estaba a punto de ser una señora casada.
El día llego, la boda se efectuó, fue todo en detalle perfecto, la fiesta
se realizó en un gran salón, de muy buen gusto arreglado, todos los asistentes
muy elegantes, los invitados de la novia no dejaban de llorar, llamativamente
vestidos le daban un toque especial al lugar, todos abrazando a la novia, ella
también sin parar de llorar, una gran emoción, Don Severo con una sonrisa cortes
amablemente a todos trato.
Por su parte el novio son sus invitados festejo, no paraba de hablar de
todos los hijos que planeaba tener, de los nombres que les iba a poner, de las
cacerías, campamentos y caminos que juntos iban a recorrer.
De hijos no hablaron los novios, el tocaba el tema en la fiesta y ella solo
contestaba con una sonrisa, sin decir nada, sin darle continuidad al tema.
La novia fue a sentarse a la mesa de sus amigos, todos estaban muy
emocionados, de nuevo la veían, de nuevo lloraban, uno se acercó y le
pregunto... Él no sabe nada? y ella solo contesto, Sabe lo que tiene que saber,
que soy una mujer enamorada y que voy a ser la esposa más dedicada.
Su amigo la vio y más lágrimas salieron, la abrazo y un beso en la mejilla
le dio... Te deseo lo mejor, eres el sueño hecho realidad de todos los que
estamos en esta mesa, todas como tú soñamos en algún momento convertirnos en
mujer, pero tú nunca te conformaste con solo ser una bella transexual convertida
en empresaria. Ahora tienes un esposo formal, toda una mujer casada con una
nueva identidad...
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