Caminando por una espesa neblina, tan cerrada que no veo la salida de esta
ruta que llevo por la vida, tanteando los espacios para intentar encontrar algo
con que aferrarme, no encuentro nada, solo aire denso que se cuela entre mis
dedos, volteando de un lado a otro buscando el faro que pueda guiar mi
caminar...
No hay nada, un paso tras otro, sin tener la certeza a donde voy, con las
rodillas sangrantes de tanto tropezar, no hay forma de evitarlo, solo la caída
me anuncia que había atravesado algo en el camino, son solo piedras, muchas de
ellas iguales, piedras que no puedo evitar y que tanto daño me han hecho en mi
andar.
Llamo en un grito desesperado a los que caminaban a mi lado, nadie
contesta, solo el ruido ensordecedor del silencio profundo, provocando ecos de
mi respiración agitada, no hay nada que me confirme que no estoy solo, los pasos
siguen, buscando la única salida anunciada.
De nuevo llamo al vacío buscando una respuesta, solo el mismo silencio me
contesta, no hay manos amigas que me guíen, no hay una vereda distinguible, no
hay una luz amigable, no veo algo que me indique que en algún lado alguien me
espera, voy con pasos ya cansados de caminar sin llegar a ningún lado.
Ahora se escuchan ecos de pasos, me detengo para escucharlos mejor pero el
ruido cesa, inicio de nuevo, de nuevo los ecos, me detengo solo para confirmar
que son los provocados por mis propio pasos, ecos que me confirman que ahora no
únicamente estoy solo, ahora ya no hay nada a mi lado, como si fuera un gran
cuarto completamente vacío, mis manos flotan de nuevo en esa neblina espesa,
buscando de nuevo algo con que sujetarme, con que guiarme, ya no busco algo que
me hable, por lo menos algo que me sostenga pero el intento es vano, nada ni
nadie sostiene mi mano...
De pronto mi pie siente algo, es una cuerda firme y maciza tirada en el
piso, me agacho y la tomo en mis manos, de inmediato me doy cuenta que es una
guía hacia la salida, la sostengo con fuerza con ambas manos, llorando como un
niño, desconsolado, con sacudidas de angustia en todo mi cuerpo, con gritos
desgarradores por todo el dolor que llevo dentro, por esa gran emoción de
encontrar algo que me de consuelo...
La densa neblina sigue, continuo sin ver nada, solo mis pies tocan el suelo
firme, de nuevo mi mano libre hace un vano esfuerzo por intentar tocar algo,
sentir algo, sostenerse de algo mientras la otra mano sigue sujeta a ese único
medio de salida, grito pero nadie contesta, solo el silencio acompaña mi
presencia.
De nuevo inicio mi andar, pero ahora guiado por esa cuerda, caminando
mientras jalo de ella, poco a poco siento como se va elevando, ya no está solo
tirada en el piso, ahora se levanta como si estuviera colgando de alguna parte,
ahora con pasos más ligeros voy cuando tropiezo con algo, caigo al suelo
golpeándome la cara, no había forma de evitarlo, nunca vi que tuviera algo de
frente.
Me levanto y toco con lo que me he caído, es una silla alta como de una
cantina que estaba tirada en el suelo, la levanto y por primera vez en mucho
tiempo puedo descansar un poco, en esa silla me siento.
La cuerda ahora ya está prácticamente colgando de forma vertical, tomo la
silla y me acerco hasta sentir que estoy debajo de donde está colgando, jalo de
ella, está bien sujeta, no sé si sea un árbol o una viga de donde este amarrada,
pero si se siente que es algo muy firme, grito por si hay alguien allá arriba,
nadie me contesta, la profunda neblina todo me rodea, no tengo forma de ver
hacia donde sube esa cuerda.
Pongo la silla a un lado, me subo sosteniéndome de la soga, parado por
encima sigo sin alcanzar a donde este amarrada, estiro lo más que puedo mi brazo
pero no llega a nada, grito de nuevo pero nadie me contesta, no hay nada a mi
lado, no hay nadie conmigo, solo esa cuerda ahora me sostiene, sé que es el
único medio para trepar hacia la única salida...
Doy un último grito esperando una respuesta pero nuevamente nadie me
contesta, no hay nadie que me diga si esa es efectivamente la única salida, no
tengo opción, estoy solo hundido en esa profunda neblina, tomo la cuerda, la
enrollo en mi cuello, doy una patada a la silla… Y parto hacia esa única salida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog esta abierto a tu participacion y comentarios, solo te pido que seas prudente en tu forma de expresarte por el respeto que se merecen todos los lectores...