- ¡No me dejes, si me
dejas me muero!… - Él le rogaba amargamente, pero ella ya estaba resuelta a
dejarlo y sin pensarlo dos veces, en ese instante lo abandonó.
Y tal como él lo predijo, lo peor sucedió… En el mismo
instante en que esa batería lo dejó, ese teléfono celular, a mejor vida pasó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog esta abierto a tu participacion y comentarios, solo te pido que seas prudente en tu forma de expresarte por el respeto que se merecen todos los lectores...